lunes, 23 de mayo de 2011

Cancionero Picot.

La Historia de México, país se escribe  a diario pero también   se canta, y se canta a través de un bolero, un corrido, en canciones rancheras, huapangos, o simplemente  en canciones populares. Una revista que hizo historia y que apareció  por primera vez en 1928, y que se convirtió en uno de los medios de publicidad  más eficaces en el México de aquella época, publicándose hasta  casi finales de los 70´s, es El Cancionero Picot. Una de sus características principales  eran las aventuras de Chema Tamales Y Juana, dos personajes caricaturescos que anunciaban las bondades del producto Sal De Uvas Picot, y eran el emblema de aquellos cancioneros que se entregaban gratuitamente casa por casa por cortesía de dicho producto, la gente los llamaba  El Cancionero Picot, en donde se encontraba la letra de muchas canciones de moda, sí canciones  de aquella época en que la radio  era el único medio  de comunicación que llegaba  a todos los rincones del país. A mi en lo personal  y allá  por los años 60´s, pasaron por mis manos una o dos revistas, y la verdad lo que más  interés le tomaba fueron las aventuras de los personajes ya que en el hogar  no contábamos con radiorreceptor para escuchar canciones o tararearlas, las únicas  que yo escuchaba eran las canciones de las sinfonolas  de los restaurantes o cantinas que existían alrededor de  la plaza principal









miércoles, 18 de mayo de 2011

El Catequista, Artesano Del Encuentro.




El Pasado Marzo del 2011, Maria Guadalupe Hermosillo Delgado, mejor conocida como La Chata Hermosillo, cumplio 65 años de servicio en la catequesis catolica En Arenal, Jal.  Así cómo ella,  en  todo el país se encuentran catequistas con muchísima y profunda espiritualidad. Muchos de ellos, sencillas mujeres y hombres del pueblo, que enseñan con su testimonio y ejemplo la sabiduría de una vida enraizada en la palabra de Dios.


El presente  post lo tomé del blog Reflexiones Cristianas(las modificaciones son de mi resposabilidad ) y el cual está dirigido a  todas aquellas personas que casi siempre son mujeres y  que dedican su tiempo a la transmisión de la fe a través de la catequesis. Dar catequesis no es impartir un libro, sino hacer visible la fe a aquellos que comienzan a descubrirla. Sean niños, jóvenes o adultos, no importa. El-la Catequista es aquel que introduce en los misterios de la fe a quien tiene sed de la trascendencia.

Son tiempos difíciles, ya lo hemos dicho en otras ocasiones. Para las catequistas no es una excepción. A las críticas habituales (que si son las pelotas del cura, que si cobran por su tarea…) se une hoy el desaliento por una labor de la que cada vez se ven menos frutos. Los sacramentos se han convertido en meros actos sociales y eso hace la tarea más ardua si cabe. Encontrar un niño que siga en postcomunión o un joven que tras confirmarse permanezca en la parroquia es casi una quimera. Además, nadie está dispuesto a dar nada gratis, y ello produce que nadie crea que un catequista realiza su labor por amor al Evangelio y a la Iglesia. En nuestra cultura del ocio, niños y jóvenes tienen cientos de distracciones más entretenidas que la catequesis. Por ello, ir a catequesis se ha convertido en una obligación más, como el colegio, el judo o el refuerzo de inglés. Son pocos los que buscan a Dios a través de la catequesis. Pocas familias interesadas, pocos niños interesados. Es de cajón.
Y sin embargo, allí están ellas. Dejando por un momento a sus familias, sus ocupaciones -o simplemente su descanso- dedican su tiempo y su esfuerzo a poner ladrillos espirituales en el Reino de Dios. Sin importarles las críticas. Tentadas (pero no vencidas) por el desaliento. Incomprendidas muchas veces incluso por las madres que les tendrían que estar agradecidas. Rebanándose los sesos para hacer más atrayentes sus esfuerzos. Me consta que a algunas las catequesis les cuesta incluso dinero de sus bolsillos. Aparte de la formación continua que ellas son conscientes que necesitan y que les quita más tiempo aún.
En fin, que como cura me quito el bonete. A todas ellas, ¡Gracias! Y no olvidéis nunca dos textos fundamentales de la Biblia: Primero, la parábola del sembrador (Mc. 4, 1-9). Vosotras sembráis en todas partes, que cada uno recoja lo que pueda… Y segundo Cristo nos promete el ciento por uno y la vida eterna (Mc. 10,28-31) … merece la pena arriesgar nuestra vida por Él, que nunca falla…


Fotos Cortesía De Chema Mercado



miércoles, 11 de mayo de 2011

La Edad


¿No les ha pasado alguna vez que miras a otra persona de tu misma edad y piensas que seguramente yo no puedo parecer tan viejo?